lucas oliveira

Otra opción para el café

lucas oliveira lo descubrió en enero de 2016

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En el local de la farmacia donde estuvo el Juanse han abierto este bar. Han cambiado un poco la decoración, con mesas altas, pero se sigue pareciendo al anterior (en lo bueno). El local es agradable, quizás le sobra algo de luz. De música, radio 3.

La carta es corta, pero suficiente, y no era caro: cafés, batidos de fruta que se hacen en el momento, bocadillos, ensaladas, tartas etc. El café está bueno (de cafés El Pozo creó recordar), el con leche a 1,5€ o 2 si se pide XL. Las tartas y bizcochos tenían buena pinta, aunque no probamos. Un nuevo sitio a la lista para el café o la merienda.

Así no

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Paramos a tomar algo en la barra. Pedimos dos cañas. Nos ponen doble sin preguntar (si pido caña, quiero una caña). 5 eurazos. Así, no.

Por lo demás, el sitio normalito, sin encanto especial. De la comida no puedo opinar, no nos quedamos.

Bah

lucas oliveira lo descubrió en diciembre de 2015

está OK

Abrió hace poco, me llamó la atención por el local: amplio, agradable, muebles bonitos... la carta no tenía mala pinta. Finalmente entré un día a tomar un café con leche, bastante normalito. Dos euros. Sin una triste galleta, ni nada. DOS EUROS. ¡DOS!!!
Que sí, que el local es mono. Que está en Malasaña. Pero así, no. Paa café rico está el Toma, y para sitio moderno están el Ojalá, el Federal... vamos, que no.
La carta no parece estar tan inflada, pero a mí se me han quitado las ganas de volver a probar.

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Mi primera visita fue en sus comienzos; la comida nunca me pareció nada del otro mundo, pero era un lugar agradable en el que parar a tomarte un café tranquilamente en la zona. Sin embargo mi última visita ha sido muy decepcionante, el camarero, muy borde, nos trató fatal, y con el bar totalmente vacío nos dijo muy maleducadamente que no podíamos sentarnos porque todo estaba ya preparado para comer, aunque aún faltaba bastante tiempo para la hora de la comida y nosotros queríamos picar algo. Muy mal, sobre todo cuando el barrio está lleno de alternativas en las que tomar mejor café o mejores pizzas. Y sin tanta mala leche.

Chocolatería de barrio

lucas oliveira lo descubrió en noviembre de 2014

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Ocupando el local en el que antes estaba La Divina ha abierto hace unos meses esta chocolatería, sin moderneces ni tonterías; café, chocolate, churros y porras, bollería... He parado a merendar una vez allí: lo que más me gustó fueron los churros, que me sirvieron recién hechos y ricos. No probé las porras El chocolate no estaba a la altura (es una pena), caliente estaba bien pero al enfriarse se notaba que lleva mucho espesante y poco cacao, esto creo que se podía mejorar. El personal amable, el local amplio y sin olor a frito. Los precios muy ajustados, me pareció barato.
¿Lo peor? La iluminación, le sobran al menos la mitad de los halógenos que han puesto. SI matizan un poco esto y le dan una mejora al chocolate, sería un lugar estupendo que espero dure mucho en el barrio.

está OK

Lo más concurrido es siempre la terraza, en estas fechas casi imposible encontrar mesa sin esperar un buen rato, así que yo huyo de ella; pero tiene una cosa que me gusta, un buen café (Supra) y que mantienen la cafetera encendida hasta tarde, o al menos el otro día nos pusieron un café muy amablemente pasadas las 12 de la noche (dentro del local), y esto para mí le suma muchos puntos. Eso sí, no es barato (con leche 2€) y me parece una soberana tontería que a partir de una hora no te sirvan café en la terraza y quede reservada para copas. Un gran fallo que en mi opinión le quita muchos puntos (¿no se llama "Café"?)

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Fuimos por las tortillas, pero probamos (y disfrutamos) mucho más: todo lo que pedimos estaba delicioso (las croquetas, las verduras de los entrantes, la carne...). El local muy agradable, y el personal muy atento aunque algo lento.
Sólo dos pegas: el pan no estaba a la altura del resto de la comida (esa tortilla merece otro pan mejor); y que la carta tenga los precios sin IVA, un detalle mejorable.

Para amantes del cilantro

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Nos habíamos quedado con ganas de probarlo después de ir a Sudestada. Tuvimos suerte porque pudimos reservar en el mismo día; en el último momento además tuvimos que cambiar la hora de la reserva y no nos pusieron ningún problema, fueron muy amables y esto es un punto a su favor.
Al llegar sorprende lo pequeño del local y la cálido que resulta por el uso de la madera.
Nos costó bastante elegir, al final optamos por un cebiche de entrante y de segundo el arroz chaufa y el cuadril. Todo estaba bastante bueno, quizás lo mejor fue el cebiche, ácido e intenso; el arroz llevaba en mi opinión demasiados ingredientes y se confundían un poco los sabores (aunque supongo que debe ser así) y la carne muy rica, aunque menos sorprendente. Todo bien cargadito de cilantro, para mí un gusto, para otros puede ser un problema.
Todo, con cervezas y sin postre, rondó los 35 euros por cabeza (en Sudestada con vino pagamos 45). No es barato, pero merece la pena ir al menos una vez. Y el personal, al contrario de lo leído en otras críticas, fue muy atento y sonriente. No me importaría repetir y probar otros platos de la carta.

Otro rincón portugués en Madrid

lucas oliveira lo descubrió en marzo de 2014

Pequeño bar portugués en pleno centro de Madrid, casi pasa desapercibido. Un bar sencillo, con menú, una pequeña terraza... bastante agradable. El señor que te atiende es portugués y bastante simpático, te ponen tapita con la caña... La pena es que para ser portugués el café es bastante malo; tienen pasteles de nata, parecen caseros pero no son gran cosa, no se parecen demasiado a los originales. Una pena.

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Un lugar precioso: en el interior del museo se encuentra esta pequeña (y decadente) cafetería, con una buena oferta de cafés, tés, pastelería, comidas ligeras etc. Los precios están bastante bien, el café algo caro (con leche 1,8€) pero los desayunos y las tartas etc. no están mal, se pueden ver en la web.

Lo más bonito sin duda es el precioso jardín, pero lo estropea TOTALMENTE el ruido horrible de los aparatos de aire acondicionado; de no ser por eso sería unos de los lugares más maravillosos de Madrid para un desayuno o merienda.